Atraco a mano armada a la gente, especialmente a las empresas que usan los ordenadores (con discos duros incluidos), folios, cds y un largo etc para sobrevivir y poder alimentar a su familia, a la par que enriquecen a la ONG SGAE. De vez en cuando cierran alguna página (aleatoria) de internet y se sacan un dinerillo con la denuncia y el juicio contra alguien que no tiene para un abogado y solo hizo su página por diversión y libertad de expresión.Tambien cobran en las bodas con ciertos metodos que a otra persona resultarían en 30 años de cárcel por espionaje industrial
Pero esto lo hacen con una valentía de testículos; a saber, se atreven con niños pequeños (discapacitados, eso sí).
Me gustaría que estos señoritos pasarán un par de días (ellos solitos claro) en cualquiera de los barrios marginales de nuestras ciudades con un letrerito encima que dijera: "Soy uno de los directivos de la SGAE". Después que fueran a ver a los abogados que quisieran.